viernes, 15 de enero de 2010

NUESTRA BESTIA INTERIOR


Bixente Lizarazu, quien fuera un sobresaliente lateral izquierdo, Campeón del Mundo en 1998 con Francia y Campeón de Europa con el Bayern Munich en el 2001. Ahora a los 39 años de edad y tres años después de haber dejado el futbol, Bixente es hoy Campeón Europeo de Jiu-Jitsu Brasileño.

Asegura que el deporte ha sido la pasión de su vida y que jamás consideró la idea de, una vez fuera del futbol, dedicarse simplemente a correr o a andar en bicicleta. "Mis ex compañeros ahora juegan golf y piensan que estoy loco. Yo quería hacer algo que me mantuviera en equilibrio (...) algo que me permitiera seguir enfrentando rivales, uno a uno, como cuando era lateral izquierdo (...) Quería seguir en contacto con la barrera del dolor, pero al mismo tiempo enfocado en la técnica y en la táctica de combate, y por fortuna lo encontré en el Jiu-Jitsu"

Pero lo que más me llama la atención de la historia no es la posibilidad de que un ex futbolista millonario, que lo ha ganado todo, exponga su cuerpo en los violentísimos combates del Jiu-Jitsu, sino lo que Lizarazu dice que el futbol debe aprender de este arte marcial: "Me he dado cuenta de que hacia el final de mi carrera como futbolista mi problema no era tanto el cansancio físico sino el mental. Hoy en el Jiu-Jitsu, entreno siempre de forma diferente dependiendo de lo que necesite mi cuerpo. He aprendido mucho de mi físico e, incluso, estoy en mejor forma que en mis últimos años como futbolista. El problema en el futbol es que todos entrenan por igual siempre, como un rebaño de ovejas. Si el entrenamiento se individualizara, como sucede, por ejemplo con los porteros, especialmente conforme vas alcanzando mayor edad, estoy seguro que los futbolistas podríamos extender nuestras carreras hasta los 40 años sin ningún problema".